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HISTORIA
Lanzarote a finales del siglo XVIII
Las condiciones de vida en el siglo XVIII en Canarias, y en particular, en el caso de Lanzarote no eran fáciles. Las continuas crisis de subsistencia obligan a la población a un tránsito vital paupérrimo.
A estas lastimosas circunstancias se les unió la erupción volcánica de 1730, que en un principio sembró el pánico y posteriormente se tornó en un revulsivo que cambió la economía, gracias a la aplicación de los “enarenados” y a la roturación de nuevas tierras.
La isla estaba sometida a un régimen señorial desde los primeros momentos de su conquista. El marqués de Lanzarote era en un principio dueño de gran parte de la isla, pero, gracias a sus donaciones o mercedes de amplios territorios y al traslado de su residencia fuera de la isla en el siglo XVII, propicia que la propiedad señorial se fuera reduciendo a favor de grandes propietarios. El señorío jurisdiccional, donde el señor ejerce la justicia, nombra cargos y percibe impuestos por el uso de los monopolios señoriales, se fue reduciendo por pleitos sobre el impuesto de quintos, la intromisión de los capitanes generales en las cuestiones militares y de la Real Audiencia en la administración insular.
La economía de Lanzarote giraba en torno a la agricultura y a la ganadería, centrada en el cultivo de cereales y la producción ganadera, especialmente caprina. Frente a la artesanía va apareciendo por estos años una actividad “preindustrial”, fundamentada en el comercio del aguardiente y el establecimiento de numerosas destilas principalmente en la localidad portuaria de Arrecife. La ciudad irá creciendo al socaire de este movimiento económico y posteriormente se hará con el control político ostentado por Teguise en el pasado. Así, en 1847, con el traslado del Juzgado de Primera Instancia como órgano jurisdiccional pasa a regentar el poder administrativo o “capital” de la isla.
En el interior de la isla el comercio se realiza a través de pequeños puertos (Arrieta, La Tiñosa) destacando entre todos ellos el de Arrecife, que pasa de ser un enclave portuario para actividades comerciales insulares y se integra en el comercio interinsular con las exportaciones de aguardientes a otras islas y, más tarde, en el comercio internacional con la barrilla
La población insular crece a pasos importantes desde mediados del siglo XVIII.
Sin embargo, la sequía del año 1771 obligó a muchos lanzaroteños a optar por la emigración. A pesar de ello, la mortandad fue enorme para una población escasa. Más de dos mil personas sucumbieron ante la tenaz hambruna. En estos momentos, y para evitar las altas tasas de emigración y paliar el hambre, se construye el castillo de San José. Gracias al dinero destinado a su edificación, muchas familias pudieron resistir durante estos años críticos.
CULTURA
Folklore
Lanrarote ha sabido conservar casi religiosamente el sabor típico de estas ingenuas diversiones.
El tanganillo, el tajaraste, las saltonas siguen resonando en las aldeas lo mismo que la isa, la folia y la malagueña que se cantan y se danzan al son de la guitarra, del timple, de las castañuelas o del tambor. Hombres y mujeres danzan, giran, trazos con los brazos y marcan graciosamente el ritmo.
Sobre esta variedad de danzas y canciones se derrama como fina lluvia la voz cadenciosa y ondulada de la mujer o el acento viril del hombre con las notas agrestes o dulces de la copla.
Los grupos folklóricos abundan más o menos en la mayoría de los pueblos pero merecen mención honorifica el conjunto "Ajey" de San Barto!omé (galardonada con el primer premio internacional en el concurso de Santander de 1960) "Los Campesinos" (muy galardonada en numerosos concursos, que se exhiben con la indumentaria simple del campesino) y "Parranda Marinera de Buches" (que hacen revivir las típicas costumbres de los antiguos marineros en las fiestas carnavalescas).
Artesanía
Los artesanos están presentes desde el inicio de la historia del Puerto del Arrecife, especialmente ligados a la actividad portuaria que precisaba de calafates, carpinteros de ribera, etc.; las actividades agrícolas y marineras demandan la presencia de trabajadores del metal, de la madera, de la cestería; y para la construcción de nuevas calles y casas era imprescindible contar con pedreros, canteros, albañiles. Un sinfín de empleos artesanales que han sufrido variaciones a lo largo de la historia del Puerto del Arrecife.
Dentro de estos oficios destacan los maestros y carpinteros de ribera que construyen barcos, los reparan y carenan. Para ello habilitan pequeños astilleros en el litoral ayudados por calafates, fragueros y herreros. A medida que avanza el siglo XIX aumenta la nómina de carpinteros ante la demanda constructiva de barcos para la flota de pesca. Este oficio se convierte en uno de los más corrientes fomentándose en el mismo una tradición familiar.
El siglo XX presenta varias etapas que culminan con la llegada del turismo, donde el sector artesanal se dedica a sobrevivir de la demanda de souvenirs, proliferando tiendas y bazares. En la actualidad la creación de escuelas taller, museos y casas de artesanía dan cierto orden al sector, pero
sigue existiendo falta de organización en la comercialización.
Fiestas
Merecen especial mención las fiestas de "San Ginés", las más importantes de toda is isla y declaradas de interes turistico, el prestigio de que gozan en todo el Archipiélago lo demuestra la afluencia de forasteros que acuden a su reclamo, la de "San Juan" es tradicional en ella el desplazamiento de los habitantes a las playas, la de "San Marcial" y la "Virgen de los Dolores" Patrona de la Isla, y otras de no menos interés y colorido en diversas localidades de la isla, donde se producen procesos comunicativos, se incrustan valores, creencias, formas de percibier el tiempo y una visión del mundo, parte fundamental de nuestra manera de ser.
ECONOMÍA
Esquema donde se recoge a grandes rasgos las etapas económicas por las que ha pasado la isla de Lanzarote
• Antigüedad canaria (siglos precedentes a la conquista normanda)
• Normanda (1402-1450)
• Herreriana-andaluza -genovesa (1450-1550). Entrada en una economía internacional
• Marquesado (1550-1700). Etapa cerealista
• Crisis económica (1700-1750). Erupciones volcánicas y transformaciones socio-económicas
• Auge económico (1750-1820). Comercio internacional, aguardientes y barrilla
• Etapa de profunda crisis económica (1770-1780)
• Etapa de resurgimiento económico (1780-1820)
• Crisis barrillera (1820-1850)
• Apogeo de la cochinilla (1850-1870). Puertos francos
• Crisis de la cochinilla (1870-1890)
• Plenitud económica (1890-1914). Comercio con las Antillas
• Crisis económica (1914-1918). Primera Guerra Mundial
• Desarrollo pesquero (1918-1936)
• Economía autárquica (1936-1950)
• Actualidad económica (1950-1998)
• Auge económico (1978-1988). "Boom turístico"
• Nuevo "Boom" turístico (1993-1998)
Es importante señalar que el turismo sigue siendo la actividad económica más relevante en Lanzarote, constituyendo la principal fuente de empleo y riqueza de la isla, aunque la agricultura, la ganadería y la pesca continúan desempeñando un papel importante en la economía local.
Bibliografía
Autor: MONTELONGO FRANQUIZ, Antonio y FALERO LEMES, Marcial A.
Dentro de : XV Jornadas de Estudios de Fuerteventura y Lanzarote, tomo III
Editorial: Cabildo de Lanzarote y Cabildo de Fuerteventura
Autor: Antonio J. Montelongo Franquiz y Marcial A. Falero Lemes
Dentro de : El Puerto del Arrecife
Editorial: Cabildo de Lanzarote y Ayuntamiento de Arrecife
